1/8/94 20,55 La vidente: " Está la virgencita, la virgen dice: Soy la Inmaculada Concepción María Rosa Mística, y estoy aquí para traerles mi Mensaje de Amor y de Paz.
Muchas cosas suceden en el mundo, cosas tremendas, el hombre no imagina ni siquiera en una pequeña parte lo que pasa en el mundo y lo que pasará, está dicho que el demonio está suelto, él y sus satélites están sueltos, desparramando veneno por todo el mundo, y ese veneno que éstos desgraciados seres van derramando por este mundo corrompe, mata, destruye todo a su paso.
La juventud destruida, ¿cuantos podrías rescatar ?, comparando con la gran población que existe en el mundo. Todo vale, no hay normas, los valores no existen, juventud, adolescentes, niños, porque los padres de esos niños, adolescentes, y jóvenes, ya están corrompidos, entonces no pueden contra ellos porque les han permitido todo, y en la adolescencia y juventud, ya no pueden, tienen que dejarles hacer, están perdidos y en los mayores por supuesto, mucho más.
La Renovación que se ha iniciado, quiere destruir todo esto, el hombre debe aprender a mirar hacia el Cielo, saber tomar conciencia que allí está Dios, su Creador.
El hombre tiene que aprender a orar, orar, la oración purifica el espíritu, las mujeres deben volver a sus hogares, cuando la mujer salió de su hogar buscando, la emancipación, allí comenzó el gran desastre porque el esposo y los hijos buscan a su madre y no la encuentran en casa. El hombre debe volver a sus orígenes, y los sacerdotes, los obispos, tienen la gran misión de inculcar, a los hombres, que las mujeres deben volver a sus hogares y por consiguiente todos a sus orígenes, a vivir como Dios quiere, pero es difícil ¡porque les da vergüenza, tienen vergüenza de hablarles con la verdad a los hombres!, y entonces se producen cambios y actitudes en los hombres, que no deberían ser.
En esta noche, porque Mi Amado Jesús me lo ha pedido, me lo pide y seguirá haciéndolo, María, María su Madre,la humilde y pobre María, quiere pedirles a los sacerdotes, a los obispos, que hablen a su gente, que hablen a esos hombres y mujeres que Dios les ha dado, que los encaminen, que los hagan volver atrás, que se
arrodillen ellos y oren pidiendo al Altísimo luces para hablarles a los hombres y decirles que hay una Renovación, que no será este año ni el siguiente, que se van a ir produciendo cosas que el hombre desearía no haber nacido.
María, la Virgen les dice en esta noche, que el Altísimo puso normas, en el corazón del hombre, el hombre sable lo que está mal y lo que está bien, pero como no escucha a Dios porque escucha al demonio que le ofrece todo lo que desea y que tal vez lo alcance pisoteando a sus hermanos por doquier.
Oren, no olviden de rezar el Santo Rosario, oren mucho porque a los que oran Dios los tiene siempre en cuenta.
Este es mi Mensaje de esta noche: el hombre debe orar, los sacerdotes y obispos hacer un mea culpa y volver a lo que debe ser, rescatar almas para Dios y no permitir que el demonio las rescate para él.
No olvidéis de rezar el Santo Rosario y de invocar a la Santísima Trinidad, María la Madre de Jesús, seguirá pidiendo siempre que recéis mucho, os dejo con la bendición de la Santísima Trinidad que es Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, hasta pronto.- 21.08"