Mensaje 1

2 de mayo de 1994 
Hora: 21.35 La vidente: " Está la virgencita, es Rosa Mística, tiene unos ojos muy hermosos y le rodea un gran resplandor, dice: Hijos como estaba prometido, aquí estoy para traeros mi mensaje de Amor. Está decidido que durante tres meses y dos días a la semana, vendré a visitaros.

Hablo en muchos lugares del mundo, siempre son personas humildes y piadosas, a vosotros os he elegido porque tenéis a mi Hijo crucificado (personas enfermas discapacitadas).

Quiero deciros, como ya os he dicho en otras oportunidades, el mundo está convulsionado, el hombre ese hombre que Dios Omnipotente ha creado para que lo ame, para que se prepare a la Vida Eterna, peca y peca cada vez más,  Dios  no le interesa, no miran hacia el Cielo sino hacia el suelo, lo material, y los gozos carnales son su destino, lo que todos los hombres ansían, y no piensan, no saben que están transitando los últimos tiempos.

El demonio está suelto por todas partes y los hombres en su ambición se dejan  atrapar por él, todos, los consagrados también, los consagrados a quienes amo tanto están atrapados por el demonio, ya no escuchan al Santo Padre (Juan Pablo II), no les interesa lo que él pide, lo que él aconseja.

Hijos míos, la copa está colmada, están viviendo los últimos tiempos, porque Dios Todopoderoso traerá a este mundo una renovación, todo lo que sea corrupto, todo lo que sea pecado, el que no esté preparado, será condenado.

La Sangre que de mi Hijo cayó y regó la tierra hace dos mil años, esa misma Sangre está dejando caer nuevamente por uds. los hombres, pero los hombres están en otra cosa, Dios no les interesa, lo buscan dentro de su propio ser, lo inventan a su manera...(La virgencita hace una pausa y las lágrimas corren por sus mejillas)...Sí, las lágrimas corren por mis mejillas, son lágrimas de una madre que sufre permanentemente porque los hombres que mi Hijo me dejó como hijos, no me escuchan , no les intereso. Está prometido que un día vosotros darás a conocer mis mensajes, para esto falta todavía porque es Mi voluntad que tengáis muchos mensajes de Vuestra Madre.

Hijos, María la Virgen, la Madre de Jesús, la Elegida, sigue teniendo una espada clavada en su Corazón. Vosotros vivid esta consagración alegres, aceptando con felicidad las cruces y las pruebas, porque un día Dios os recompensará. 

Sois mis hijos muy amados, nos volveremos a ver pronto; y a ti joven te enviaré mi Angel para que te aclare lo que habéis dicho antes de mi llegada.

Los bendigo especialmente en la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Hasta pronto.-"