viernes, 18 de febrero de 2011

Mensaje 17


27/6/94Hora 21.05 La vidente: está la virgencita, la virgencita dice:Yo soy la Inmaculada Concepción la Madre de Dios, la Elegida desde todos los siglos, desde siempre. Soy María la Virgen humilde y pobre que fue elegida para ser Madre del Dios que se hizo hombre.
En esta noche quiero hablarles, como todas las noches,de los hombres, de los hombres de todo el mundo, especialmente los consagrados a Dios. Quiero pedirles en esta noche a los consagrados hombres y mujeres, sacerdotes, que no pequen más. Pecan con el espíritu, pecan con la mente y cuántos pecan con sus cuerpos; pero no solamente este pecado existe entre ellos, muchas más clases de pecados, María no los va a ennumerar pero ellos saben de que estoy hablando.
Los hombres en todo el mundo pecan y pecan y ofenden a mi Divino Jesús, por eso en esta noche no me ves con las tres rosas en el pecho (es verdad, tiene dos puñales cruzados)...si dos puñales cruzados, son los que me han clavado los pecados de los consagrados, y María sufre porque ofenden a Mi Divino Jesús, Jesús que se hizo hombre, que pasó por este mundo haciendo el bien, Jesús que cargó sobre sus hombros los pecados de todos los hombres de todos los tiempos.
María, la Virgen, la Inmaculada Concepción, quiere decirles a los consagrados, a mis preferidos, no pequen más, ¡arrepiéntanse, confiesen sus faltas, sus graves pecados!, y den gloria a Dios, la Renovación está cercana.
María sigue pidiendo, pero cada vez está más cercana; porque los quiero, les pido, les ruego que se arrepientan, que confiesen sus pecados.
A los Pastores, a los Obispos les pido que recapaciten, que pidan a Dios la gracia de la conversión perdida.Un día Dios Todopoderoso les dio la vocación del sacerdocio y los que hoy cierran los ojos, a los pecados y a las faltas de los sacerdotes y de todos los hombres, tienen que arrepentirse de corazón llorando copiosas lágrimas y alcanzarán de Dios la Misericordia del perdón, éste es mi  mensaje de esta noche, una vez más lo he repetido, que los obispos se conviertan, los sacerdotes, los religiosos y religiosas, si quieren alcanzar de Dios la misericordia. Hagan penitencia, hagan penitencia porque la Renovación está cerca (muy angustiada), y María no quiere que Jesús pierde ninguno de los que su Padre le ha dado, María sigue suplicando el perdón porque María es Madre y Jesús en su Infinita Bondad, en su Infinita Misericordia, también quiere que no se pierda ninguno.
Este es mi Mensaje, que sepan que deben pedir perdón de rodillas, que deben hacer penitencia y llorar copiosas lágrimas y así alcanzarán la Misericordia de Dios.
No dejéis de rezar el Santo Rosario, el arma poderosa que María os ha dado, no dejéis de invocar a la Santísima Trinidad, con su bendición os dejo, Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, hasta la próxima.-" 

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