domingo, 13 de febrero de 2011

Mensaje 13

Hora 21.07 13/6/94 La vidente:, está la virgencita, la virgencita dice: Nuevamente estoy entre uds. trayendo mi Mensaje de Amor y de Paz.
María la Virgen, la Madre de Jesús, la que recorre el mundo hablando en todas partes, llevándoles a los hombres el Mensaje de mi Amado Jesús, María la que es tan poco escuchada, pero María la Madre de Jesús, jamás se cansará de hablarle a los hombres, de decirles que dejen de pecar, de avisarles que un  tiempo nuevo se avecina, que una renovación habrá en este mundo.
En este mundo que no se cansa de pecar, toda forma de pecado, no solamente el pecado carnal, sino aquellos que van detrás de las sectas, aquellos que se dedican a raras motivaciones para conocer cuál será su futuro, el horóscopo que el Santo Padre (Juan Pablo II) ha condenado, y todos los demás, las cartas, las adivinaciones, todo eso lleva al hombre a convertirse cada día más en algo alejado de lo que es el hombre en su naturaleza, en lo que Dios creó, ¡nada que ver, cuantos matan que practican ritos inhumanos!, y lo triste de todo esto es que Jesús está en medio de todo eso, porque ellos lo colocan allí para atraer a las gentes, también imágenes de María ¡que contradicción, hacer el mal valiéndose del bien, ellos creen que Jesús y María les ayudan a hacer el mal!, por eso el mundo está tan corrompido.
En América Latina en los países latinoamericanos, sudamericanos, centroamericanos, en éstos países, la pobreza es tan grande que la gente se aferra a cualquier cosa. Pero lo tienen a Jesús, Jesús no les muestra nada material, Jesús les habla de la Buena Nueva, Jesús les dice que El es El Camino la Verdad y la Vida, no tienen verdaderos pastores que les enseñen que el Pan de Vida es Jesús.
Y los pastores que hay, que enseñan la Buena Nueva ¡son asesinados, son masacrados como si fueran animales!. Hace muchos siglos, cuando la Cruz llegó a estos países, llegó de manos de santos sacerdotes ¡no es verdad que los sacerdotes mataban a los indígenas!,¡María no lo hubiera permitido!, a los indígenas los mataban los hombres que venían de esas tierras a conquistar éstas, más no aquellos ¡santos frailes!, tantos que dieron sus vida  por defender a Cristo y a sus hermanos a quienes  venían a traerles la Buena Nueva.
Cuantos de esos indígenas, murieron con la Cruz en el pecho, y los pobres frailes, jesuitas, domínicos, agustinos, agustinos, benedictinos, tantos que fueron muertos, porque quienes venían con la espada en la mano los ponían en contra de ellos. 
María la Virgen, les dice en esta noche, que la teología de la liberación, ¡es una mentira!,(con un gesto elocuente de su mano desplazada de izquierda a derecha), como está dicho, porque no les hacen bien a los pobres, los usan, y los pobrecitos se dejan usar.
El Santo Padre advirtió en una oportunidad sobre el dualismo de la teología de la liberación, más no fue escuchado, como no es escuchado en la mayoría de los casos,en los que en sus encíclicas, les habla a los hombres de la iglesia para que salgan de una vez y para siempre  con la Cruz en alto, a evangelizar, a llevar la Buena Nueva. ¡Que dejen sus lugares cómodos, que salgan , que se entremezclen con el pueblo!, los obispos que tán cómodos están en sus lugares, que tan bien viven, ellos tienen que ser los primeros, ser seguidos por sus sacerdotes y ¡predicar la verdad!, que el pueblo sienta que son sinceros, porque esto no está ocurriendo.
María la Virgen, la Madre de Jesús, la que se digna a venir dos días a la semana a hablarles a uds., humildes pobres, pobres de toda pobreza, por eso María baja, por eso María se digna, porque María sabe que uds. cumplirán con lo que Ella le pide.
Renovación, tiempos nuevos, alegría de vivir, aire fresco, fuego que purifica, agua que lava, ¡aire, aire fresco!, para este mundo que tanto peca.
Vosotros seguid viviendo  como verdaderos cristianos, siempre el Evangelio, en el Evangelio encontraréis la Verdad y solo la Verdad.
Este es mi mensaje de esta noche, habladle a las gentes de las falsas teorías, y defended  incansablemente a aquellos hombres que entregaron sus vidas por defender la Buena Noticia.
María la Madre de Jesús, os pide en esta noche que recéis el Santo Rosario, lo haréis hasta la próxima venida por todos los pecadores de la Iglesia, y no os canséis de invocar a la Santísima Trinidad que es Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo.
Los dejo con la bendición de la Santísima Trinidad que es Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo hasta pronto. Hora 21,24".-

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